lunes, 9 de junio de 2008

Encuentran pez con una antigüedad estimada de 380 millones de años.

Fue descubierto la costa noroeste de Australia, todavía con su embrión sujeto por el cordón umbilical.



La "madre de los peces" tiene 380 millones de años

La mamá más anciana de la Tierra, un pez con una antigüedad estimada de 380 millones de años, fue descubierta en la costa noroeste de Australia, todavía con su embrión sujeto por el cordón umbilical. El fósil, llamado "Materpiscis attenborough", no es sólo el primer embrión fósil hallado con su cordón umbilical, sino también la criatura más antigua en dar a luz. Este tipo de nacimiento, en el que el pez alumbra a un pequeño que ya ha sido formado (vivíparo) y no a un huevo, se asemeja a las prácticas actuales de reproducción de algunas especies como los tiburones y las rayas, según el estudio publicado este jueves en la edición semanal de Nature. "El hallazgo es claramente uno de los más extraordinarios jamás realizados de un fósil y modifica la comprensión sobre la evolución de los vertebrados", indica a la AFP John Long, responsable del departamento de Ciencias del Museo australiano Victoria y codescubridor del espécimen. Long y sus colegas Kate Trinajstic, Gavin Young y Tim Senden se quedaron estupefactos al constatar este proceso de reproducción en un pez tan antiguo, que hizo retroceder de 200 millones de años la primera prueba de reproducción vivípara. "Esto nos demuestra que la reproducción vivípara se produjo al mismo tiempo que la puesta de huevos, y que estos mecanismos evolucionaron a la par, en vez de sucesivamente", explica Trinajstic.
El descubrimiento del embrión y del cordón umbilical en la "mamá pez" ofrece el primer ejemplo de fertilización interna, es decir, de penetración sexual, según el estudio. El fósil de 25 cm. de longitud pertenece a un grupo de vertebrados llamados placodermos, que habitaron los mares en el periodo Devoniano y deben su nombre a su coraza de placas dérmicas. Hace entre 350 y 420 millones de años, fueron los grandes depredadores, de allí que se les conozca como los "dinosaurios del mar".
El fósil hallado en Australia es una criatura extraordinariamente bien conservada, que contiene un embrión único conectado por un cordón calcificado. Embrión y cordón podrían haber pasado desapercibidos, escondidos en su caparazón de hueso y piedra, cuando una última "duda" asaltó a los investigadores. "John y yo estábamos a punto de clasificar el pez, cuando decidimos hacer un último baño de ácido para ver si podíamos despejar mejor su hombro", recuerda Trinajstic, de la Universidad de Crawley. Una decisión arriesgada: unas gotas de ácido de más y "el conjunto habría quedado reducido a migas". "Cuando lo retiramos del baño, el embrión estaba allí, tan bien preservado que no podía tratarse de otra cosa", relata esta profesora.





POR MATIAS ALBERICI.

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